En 1939, el Movimiento Scout, que en España estaba funcionando a través de la Asociación Nacional de Exploradores de España (ANEDE), fue prohibido y derogado por un Decreto del gobierno franquista. Fue un duro golpe que estuvo a punto de hacerlo desaparecer del país. No obstante, pequeños grupúsculos desarrollaban sus actividades scout en semiclandestinidad.

Al amparo de colegios y parroquias católicas, se fueron formando Grupos Scouts. En ello participaron sectores progresistas del clero y de la sociedad, que pretendían formar una alternativa de ocio ya que la única asociación juvenil permitida en aquella época era la oficial del régimen franquista: la Organización Juvenil Española (OJE).

Esos incipientes grupos se inscribían en el Registro Civil como Organizaciones de Iglesia, en su mayoría formando parte del Movimiento Scout Católico (MSC), y así pudieron continuar la obra de Baden Powell intentado ser lo más discretos posibles.

En las mismas condiciones, en semiclandestinidad y al amparo de parroquias, también se fundó ANED, la madre de nuestra actual Federación de Asociaciones de Scouts de España (ASDE) y la Asociación de Guías de España (AGE),  las chicas scouts.

Para mediados de los años 70 la situación en La Rioja era la siguiente.

ANEDE contaba con 3 grupos:

  – Nuestra Señora de Guadalupe, en Calahorra.

  – Monte Yerga, en Autol.

  – Monte Clavijo, en el colegio de Jesuitas de Logroño.

AGE tenía 2 grupos, uno en el colegio de Escolapias y otro en la Compañía de María, ambos en Logroño. Y MSC tenía un grupo en el colegio de Escolapios de Logroño.

Aunque pertenecientes a distintas asociaciones, estos Grupos Scouts tenían una buena, constante y fluida relación entre sí.

En el año 1975, unos 10 pioneros del Grupo Scout de Escolapios decidieron dejar el MSC y continuar su andadura en ANEDE. Se pusieron a disposición del responsable de la estructura de ANEDE en La Rioja, por aquellos entonces, Félix Escobés.

Y es que el debilitamiento parcial del régimen franquista, facilitó que ANEDE pudiera tener una mínima estructura asociativa, de manera que los Grupos Scouts se adscribían a territorios llamados Zonas, correspondiéndole a La Rioja el nº XIV, al frente de las cuales había un Comisario, que sería el equivalente a los actuales Presidentes de Asociaciones Scouts Autonómicas. Félix, el entonces comisario de la Zona XIV, accedió  a la petición de estos chicos, con la condición de que un responsable estuviera al frente de ellos.

Y dieron con la persona idónea: una chica que procedía del Grupo de AGE de Escolapias, llamada Pilar Soares. Pero había un pequeño problema: los Grupos no eran mixtos. Aunque todos éramos Scouts y hacíamos muchas actividades conjuntas, los chicos iban a los Grupos de Scouts y las chicas a los Grupos de Guías.

Félix Escobés, tuvo que sudar tinta para convencer a la dirección de ANEDE en Madrid, pero al final lo consiguió. Éstos chicos pudieron inscribirse como Tropa Independiente de la zona XIV, bajo la dependencia directa del Comisario de Zona y con Pilar Soares como Scouter. Y así se constituyó la Tropa Scout Independiente “Azimut 0º».

Con la incorporación de más adultos fue tomando cuerpo la idea de formar un Grupo Scout. Localizaron en la parroquia del Corazón de María a un sacerdote que había sido Scout en su tierra, Palencia. Se trataba de Julio Varona, un cura muy de barrio, conocido y querido por su compromiso y su bondad.

Al don Julio le entusiasmó la idea de captar a un grupo de niños de 8 a 11 años para formar la Unidad de Manada. Esta Manada, junto con la Tropa “Azimut 0º” (a la que se habían incorporado más troperos a lo largo del año) serían la base de un nuevo Grupo Scout. Corría el mes de septiembre de 1976.

Para el mes de octubre del mismo año, Julio ya había captado a suficientes niños para formar la Manada, que empezó a tener sus reuniones en los locales de la Parroquia del Corazón de María, en Logroño. En el primer trimestre de la Ronda Solar 1976-1977 se celebró a finales de diciembre un Campamento de Grupo en el Refugio de Monte Real, cerca de Larriba (La Rioja).

En aquel lugar  se decidieron los colores distintivos de nuestra pañoleta (verde con cinta roja) y nuestro nombre.  Se podría decir, que ese campamento marcó el comienzo de lo que hoy en día es Grupo Scout Sierra de Cameros 288.